El lenguaje no solo sirve para designar el mundo que nos rodea y darle sentido a los distintos elementos con los que convivimos. Es un medio que, en parte, define lo que significa ser humano y pertenecer a una comunidad. Es por ello que las palabras que usamos a diario nos ayudan a establecer relaciones.
Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar si el modo cómo nos expresamos revela el respeto y comprensión que todos merecemos. Las personas con discapacidad intelectual muchas veces deben enfrentarse a palabras despectivas, llenas de prejuicios o estereotipos.
Hacer un esfuerzo de revisar el lenguaje que utilizamos será un gran aporte en el reconocimiento de la dignidad, independencia y valor de todos los que viven con alguna discapacidad. Asimismo, ayudará a la normalización de las diferencias, enseñar tolerancia e incentivar la inclusión.
Siguiendo las recomendaciones que mencionaremos en las siguientes líneas y prestando más atención a lo que escribe y dice, podrá comunicarse con respeto cuando se relacione con una persona que tenga una discapacidad intelectual.